Desarrollando juegos por placer

Muuucho tiempo sin publicar, si, lo sé, pero ya sabemos que estamos atravesando un momento complicado y estresante que, al menos para algunos, ha cambiado un poco la percepción del mundo. Y es que a pesar de que uno no deja de mantener sus sueños, asume que se va haciendo mayor y la industria del videojuego está complicada. Por eso me he acomodado a un trabajo que me da buenas condiciones laborales (sobre todo ahora en Pandemia) y me permite pagar el alquiler (aunque lo del alquiler es una ruina que se lleva la mayor parte de mi sueldo) y tener tiempo libre para seguir con mis proyectos.

Parece muy fácil decir “Lo dejo, me rindo”, pero para un apasionado de esta forma tan increíble de contar historias que nos proporciona el mundo del videojuego, la mente no deja de generar ideas que se acumulan, llenan cuadernos y no te dejan dormir. Así que al final tienes que ceder y asumir que siempre vas a ser creador porque simplemente está en tu naturaleza. Eso sí, la cuestión ahora es ¿Voy a pensar tanto en cómo hacer algo que pueda monetizar y acabar frustrándome porque no pueda terminarlo o no me guste lo que estoy haciendo? Bueno, pues antes era un poco así, pero he decidido que a partir de ahora voy a desarrollar por placer.

Para empezar empecé a hacer un juego usando Twine, una herramienta de código abierto que permite desarrollar historias interactivas en formato Web, donde lo más importante es el texto. Esta herramienta es sencilla y, aunque nos limita en el tipo de juego que podemos crear, resulta muy interesante para quienes quieran contar historias o formarse en la escritura de guión interactiva. Con Twine, pude acabar y publicar la historia de un “Rider” que vive en una época similar a la Edad Media y es tentado por un pequeño demonio para derrocar a la monarquía absoluta en la que vive, e instaurar un sistema más democrático con el que ganar en derechos laborales. Y es esta combinación de realidades actuales con un contexto de Edad Media fantástica, la que da un componente humorístico al texto, al que acompañé de imágenes con color sencillo y dibujo rápido.



Invocaciones a Domicilio (que es así como he llamado al juego) quiero que sea un punto de partida para volver a dedicar tiempo a los juegos, sin abandonar mi proyecto actual de comic. Por lo que después de haberlo completado, he vuelto a los proyectos que más me apetecían para intentar terminarlos y publicarlos finalmente, dejando espacio a otras ideas sencillas que quiero hacer, solo con vistas a divertirme. Así, sin presiones, sin preocupaciones de si los terminaré y serán rentables, solo por aprender, por practicar y divertirme, siento que (y aunque suene contradictorio) seré más productivo, ya que al tener que programar en mi tiempo libre, mejor no andar con prisas, ni trabajar a desgana, que para eso ya tengo una vida laboral. Por contra, esta idea tiene una parte no muy buena, y es que seguramente acabaré olvidando muchas cosas de las que he ido aprendiendo por no estar al día. Pero prefiero crear juegos, ver movimiento y narrar aventuras o divertirme, que por ejemplo, hacer un vehículo o un personaje súper realista, digno de un Triple A, que me lleve meses de trabajo y no me permita expresarme o pasármelo tan bien como haciendo mis pequeños proyectos jugables.

Así que seguiremos por aquí, con lo de siempre, contando avances y compartiendo sabiduría adquirida siempre que pueda. Y como reinicio, dejo el link para probar “Invocaciones a Domicilio”. ¡Nos vemos!

Comentarios

Entradas populares