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Hoy vengo a hablar de un Anime que vi hace ya 9 meses, así que no se trataría de ningún descubrimiento para mucha gente, pero es importante para mi comentarlo en el Blog, ya que trata de una situación con la que he soñado alguna que otra vez: ¿Qué pasaría si con las herramientas y conocimientos actuales que tengo sobre desarrollo de videojuegos (eso sí, en mi caso siendo un aficionado) pudiera volver a un pasado donde se creaban videojuegos entre muy pocas personas y empezar allí desde cero? Bien, pues esa viene a ser la clave de esta serie, donde una Ilustradora llamada Konoha Akisato viaja al pasado, desde 2023 a 1992 y tiene la oportunidad de trabajar para una vieja compañía de Eroges japoneses llamada Alcohol Soft.

Además de una historia que engancha, especialmente a aquellos que nos gusten el desarrollo, o los videojuegos sin más, el anime tiene un tratamiento artístico muy interesante donde se juega con el Pixel art, e incluso con los formatos de pantalla de 4:3 antiguos, en un primero momento donde la protagonista está en otra época. Y es que, aunque Konoha ya trabajaba en 2023 como ilustradora para videojuegos en una desarrolladora llamada Blue Bell, no disfrutaba de una vida muy feliz debido a formar parte de un engranaje que no le permitía dibujar lo que realmente deseaba. Tampoco aportar sus ideas o poder trabajar en un juego completo donde su arte tuviera cierto protagonismo y no fuera una pequeña pieza que pasa desapercibida en el puzle de los trabajos de su empresa, que además siempre calificó como una compañía mediocre.

La protagonista trabaja duro cada día y realiza ilustraciones en casa soñando con que algún día se conviertan en heroínas de algún gran juego que permanezca en la memoria de las personas que lo jueguen. Entonces, un día encuentra una tienda de segunda mano con juegos antiguos muy baratos que compra sin dudar. Es entonces cuando ocurre un evento que la traslada al pasado donde se ofrece para trabajar en una compañía de juegos, teniendo que aprender las técnicas y limitaciones de la época, pero teniendo por fin, la oportunidad de aportar su talento para proyectos realmente interesantes para ella.

¡Qué nostalgia! Poder trabajar como antes y formar parte de la historia de los videojuegos, sin duda es todo un sueño, cuando ya te has hecho mayor.

No voy a contar mucho más, ya que mola bastante descubrir a los personajes de la aventura: Varias chicas, un guionista de aspecto peculiar y un programador obsesionado con un modelo concreto de ordenador. También conocer cómo funcionan los viajes en el tiempo, junto a un final un poco peculiar que incluye mucha ciencia ficción y reencuentros con personajes del pasado que ven como para Konoha no pasa el tiempo, mientras que si lo hace para ellos mismos.